martes, 31 de agosto de 2010

amanecer


Nazco a la vida nuevamente como cada día después de estar en el paraíso de mis sueños . Mojo mi cara , me miro al espejo , busco dentro de mis ojos quien me hable , pero no escucho nada.
Salgo a la calle , mi nariz esta fría , como el cemento gris de la calle resbalosa. Froto mis manos, tal vez porque soy persona , pues todo el mundo lo hace, pero no sirve aun están heladas . Camino despacio queriendo robarle segundos al tiempo , intentando disfrutar la distancia .
Respiro por mi boca y por un momento el vapor que sale de ella distorsiona mi realidad , por un momento estoy ausente de lo que miro tras la barrera de mi resignación. Un gato atraviesa como un rayo , casi no lo vi , los pájaros cantan con el animo que les da el no tener noción de nuestras complicaciones humanas. Veo almas enroscadas en el piso , con el único cobijo que le pueden dar un par de cartones , mientras dos rostros pequeños miran desde su cómodo auto esta misma escena sin pensar que la vida es una sola pero el vivir es muy diferente .
Un perro me mira moviendo su cola , parece sonreírme y a la vez, tiene la mirada mas triste que pude ver en otros ojos , me sigue por un momento , sin embargo , se detiene y se va , no tengo nada para ofrecerle , tal vez solo quería una caricia , eso nunca lo sabré.
Sigo mi ruta , mientras el sol ya se cuela en todas partes , comienza a hacer transpirar al pasto que se cubría con un manto de escarcha cristalina . La bulla se apodera de la calle , ya mi reflexión se hace mas difícil , a medida que que el tiempo pasa me integro a la rutina y soy parte de una sociedad mezquina , preocupada solo de ella , sin darse cuenta que esta fragmentada en cada uno de nosotros , como si cada quien tuviera un espejo sobre si y al mirarlo nos viéramos siempre nosotros y nadie mas.
Marcelo Romero Deriu

miércoles, 18 de agosto de 2010

cuando estemos juntos


En un lugar muy lejano , o muy cercano , vivíamos tu y yo. El aire nos abrazaba y nos preguntaba susurrándonos al oído , de donde sacan la fuerza para que yo con mi gran poder de soplar no los pueda separar. Es fácil , respondemos; nuestro amor son cadenas que nos atan sin dolor, nuestros labios son un beso sin final , nuestros ojos miran lo mismo , nuestras manos son un puente por el que transita sin cesar nuestra sangre apasionada. Es así esta aventura de querer como nadie ha querido , donde nadie ha llegado y donde todos quisieran estar .
Viéndonos transparentes , resoplando en nuestros rostros , alejándonos de maldades respirando solo bondad , transformamos cada segundo en una eternidad , disfrutando con cosas simples , como; una risa , una caricia , una palabra hermosa , que nos hacen tan simples como felices .
Navegaremos por mares , recorreremos tierras infinitas llenas de grandes arboles puestos sobre el pasto mas verde que se pueda definir. Sentiremos el presente como pasado y futuro , no existirá el tiempo , seremos perennes , en un mundo que tampoco acabara .Te tocare con mi mirada , me hablaras con tus manos, sentiremos en nuestros oídos latir de amor a nuestros corazones y cantaran una melodía jamas escuchada , imperceptible para los demás , una bulla para nosotros .
Todo eso te prometo y no menos , cuando sepas que te amo , cuando aceptes que yo existo cuando alguna vez , tu mirada se refleje en mis ojos . En ese instante te mostrare este mundo , este mundo que he construido solo con esperanzas que han sido mis obreras incansables ,ayudándome a forjar nuestro momento de estar juntos para siempre , siguiendo al pie de la letra las lineas que trazan este proyecto de amor, que será nuestro refugio infinito para cuando estemos juntos.
Marcelo Romero Deriu