viernes, 25 de octubre de 2013
Sin Saberlo
La palabra que nunca pude pronunciar es la que me mata hoy,
revienta mis oídos, atormenta mis recuerdos.
Que se supone que haré sin ti ?
Pudimos pasear de la mano y nunca lo hicimos.
Quise pasar una noche contigo bajo las estrellas,
mirar todo el tiempo hacia el cielo
con tu cabeza puesta en mi hombro,
reírnos sin pensar en el tiempo ni en tu partida.
Al amanecer despertar abrazados
con nuestros cuerpos desnudos llenos de calor.
Comenzar a exagerar las caricias y terminar haciendo el amor,
quedarnos muy quietos y pensando el uno en el otro.
Sentarnos en la meza frente a frente,
mirarnos fijamente, contando cuantas veces tu dedo
le da vueltas a la taza de cafe, aguantarme las ganas
de besarte nuevamente sin parar,
acumular deseos con solo oírte hablar,
invitarte a vivir mi momento,
a quemarnos en un incendio sin control.
Sin embargo aquí estoy, solo, solo sin tu amor.
Creo que nunca dejare de soñar que te vuelvo a ver llegar,
tan radiante, tan segura, tan hermosa.
Creo que mi amor nunca volverá a ser libre,
tatuaste tu rostro en todos lados donde miro,
enjaulaste mi espíritu y cortaste sus alas,
cerraste todas las salidas y tampoco hay retorno.
Acabo sentado como cada día,
mirando el horizonte, planeando como cada tarde
un plan para olvidarte mientras se oscurece el momento.
En ese instante vuelvo a resignarme y comienza todo otra vez,
aparece tu sonrisa, tu voz llamando, tus brazos abiertos
pero no estas, que hago, mi amargura cierra mi garganta
y tampoco me deja gritar.
Quiero que mi voz rompa el cielo cuando te diga que te amo,
que todo el universo sepa lo que siento
y aunque tu no estés escuchando
que tu corazón se estremezca,
que sientas un poco de amargura
de la que yo estoy produciendo gracias a ti,
día tras día.
Sin ser la culpable eres la causante,
sin saberlo eres mi destino,
sin quererlo eres en mi, lo único que quiero,
sin proponértelo no te puedo olvidar.
Marcelo Romero Deriu
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