Vagas descalza en mis sueños, llenas espacios dentro de mi,
eres ese manto suave y delicado que envuelve mi dicha,
si me destapo de el, mi vida se vuelve muy fría, todo es difuso
no encuentro salidas ni recorro caminos,
solo transito quemando los segundos con tus recuerdos.
Me espanta tu ausencia, no soporto la distancia,
encarcelo mis proyectos si tu no estas en ellos,
me deshago formando ríos que siempre me llevan a tu mar,
formo nubes que lloraran tristeza
cuando me de cuenta que te busco y no te encuentro.
Estas y sin embargo me faltas, me hieres y ni lo sabes,
tomas tu escudo y lo pones frente a mis ojos,
es impenetrable, inmenso, infranqueable,
fortaleza que se construye de miedos y desconfianza,
y va destruyendo todo lo que esta delante de el,
es poderosamente inconquistable.
Entonces como hago para cultivar nuestros suelos,
como comienzo a cosechar nuestra felicidad,
a sacar agua del poso de nuestros sueños,
a construir nuestra casa de esperanzas,
a plantar nuestros bosques de ensueños,
a pastorear nuestras ilusiones.
Amago a olvidarte
y me devuelvo a recoger cada segundo que pase junto a ti,
me visto de esos momentos y salgo a caminar,
te imagino a mi lado, sonríes, eres hermosa,
tus pasos van guiando mi mirada,
tu cuerpo llena bodegas de deseos,
amortiguas mis besos en tus labios,
absorbes mis caricias en tu piel,
tu sonrisa adorna cada instante
lo hace magico e imborrable
y se va guardando para siempre en mi memoria.
Sera este mi futuro
vivir solo para pensarte
sin tocarte, sin besarte, imaginando caricias
bordando ansias de que un día,
este futuro que tanto he pensado
se transforme en un presente realizado.
Marcelo Romero Deriu