sábado, 31 de mayo de 2014

Como estás




        Hola, como estas ? ojalá como siempre lo soñaste,
acá todo es casi como antes, estamos tranquilos y te recordamos.
Extrañamos tu cara arrugada y tu mirada iluminada,
cada día que pasa nos seguimos vistiendo con tu ausencia,
echamos mano a tu recuerdo y, a vivir otra jornada.
        La luz es tan intensa como dicen ?
quien te esperaba a la llegada ?
ya has visto como nos miran desde allá ?
A nosotros todo nos sigue doliendo,
sentimos frio, decepción, estamos vivos.
        Como se hecha de menos tu trajín,
ese ánimo incansable que nunca se nos contagió,
como nos gustaría que te pusieras tu delantal otra vez,
para abrazarte fuertemente y que nuestras lágrimas
lo volvieran a ensuciar. Llenarnos las manos de tierra
hasta que solo se vieran nuestros ojos,
para que tu, pacientemente nos limpiaras y dijeras,
vayan a jugar otra vez.
        Ya no envuelvo mis pies con chalecos
para evitar ese intenso frio,
pero cada vez que puedo
se lo cuento a mi hijo provocando su sonrisa.
Hablamos mucho de ti,
trato de que sepa cuanto fuiste y seguirás siendo
para todos quienes te conocimos.
        Las tardes de Mate a su hora,
y tal y como nos enseñaste.
Ahora comprendemos que era el escenario perfecto
en el que te gustaba vernos junto a ti.
Tus historias no eran solo eso,
eran enseñanzas que se han vuelto armas
para enfrentar la vida sin tu presencia.
       Ahora me despido, debo seguir viviendo,
no como ahora vives tu, sino a la manera que duele,
sintiendo la falta que nos hacen,
solo cinco minutos más para decirte que,
has sido lo más valioso que pudimos conocer.



Saludos de todos Pichi


Marcelo Romero Deriu

jueves, 22 de mayo de 2014

Un adiós para el resto de mi vida




         Hasta pronto, fue breve y sin lagrimas y en que se convirtió,
en un adiós forzado sin el reencuentro tan anhelado.
         Te miro todos los días desde acá, cuando duermes, sonríes,
caminas y cuando miras al cielo, sigue mirando, puedo verte,
puedo leer en tus ojos y llegar a tu corazón, nada cambió en mi,
aún sigo enamorado.
Todo acá es precioso, quisiera compartirlo contigo.
Trato de llegar a ti mediante tus sueños, pero no es lo mismo,
no siento tus labios, no siento tus manos, ni el calor de tu cuerpo.
Te acuerdas de los lugares que visitábamos,
se que has ido a todos ellos y que lloraste por mi en cada uno.
Se que caminas sola y piensas mucho, estás triste, ya pasará.
Sigue tu camino, no puedo seguirte ahora,
pero te cuido en cada momento.
Ahora soy eterno por ti, encabezo tu legión,
amaino tus temporales, te cubro de la lluvia
y cada vez que puedo, le doy un vistazo a tu alma.
        Te quedé debiendo tantas cosas,
me falto tiempo para decirte mil palabras,
nos faltaron paseos junto al mar tomados de la mano,
llenar nuestro granero de besos,
para tener muchos inviernos abrigados,
cortar rosas en los prados mientras aplastamos la hierva
con nuestros pies descalzos.
Cambiaría este mundo en el que estoy si pudiera hacerlo,
por solo un día más junto a ti. Por una mirada tuya,
por escuchar tu voz, por enamorarte otra vez,
recorrerte despacio con mis manos,
invadir tus deseos con caricias
que te llenaran de conformidad.
Pero no puedo, ni siquiera puedo llorar,
no tengo lagrimas para hacerlo.
Cuando llegué quise hacerlo,
mas fue imposible aunque suplique de rodillas,
a cambio me ofrecieron mandarte un regalo,
algo tan mío que te acompañaría para siempre,
alguien que haría de tus penas alegrías
y domaría día a día la tristeza de tu corazón.
Cuida a nuestro fruto, disfruta mi regalo divino
ama a nuestra hija como yo te amo a ti.
Hasta pronto mi amor, nos veremos.

Mamá, mamá que pasa ?
nada hija, duérmete otra vez.
Era solo un sueño, un sueño muy hermoso.




Dedicado a Juanita, su hija y su gran amor.

Marcelo Romero Deriu