jueves, 17 de enero de 2013

Lo que calla tu razón




    Hoy hago una pausa en mi vida para explicar lo que paso,
a pesar de que no existen lapsos en que no seas parte de mi. 
Tu mundo muy despacio me atrapo y fui cayendo poco a poco en el. 
Tus palabras hicieron temblar mi realidad,
coqueteaban con la perfección,
despertaban ese interés que permanecía dormido en mi. 
Me invitabas a vivir en lugares que ni siquiera imaginaba,
le dabas vida a los bosques, transformándolos en paraísos,
la oscuridad era luz escuchándote,
tenia que apagar mis deseos con suspiros, 
eras la compañía perfecta para conversar con mi soledad,
y así lo hacías, incluso velando mi sueño,
cada vez que preguntaba, que haces? respondías, 
estoy cuidando tus sueños. Eso me mataba de ganas, 
esas ganas irrefrenables de cobijarme en tus brazos,
de sentir tu calor, de escuchar tu voz hablándome. 
Por todo esto, es que olvide mi recato 
y saltando todas la barreras de la corrección,
cada vez que podía, me entregaba a ti en los lugares mas increíbles,
solo bastábamos tu y yo, muy juntos, 
disfrutando de un gran y sencillo amor.
Pero la razón me confundió, me invadió la certeza de la realidad,
aumente las distancias y cerré todas las puertas.
Las mismas que mantenía a medio abrir 
para que pudieras entrar, te traicione,
y traicione mis fantasías con el día a día.
    Quizás leerás esto con lagrimas en tus ojos
y te preguntaras tantas cosas. Tal ves ya estas pensando 
en miles de maneras para volverlo a intentar. 
    Quiero decirte algo, no tienes que hacerlo,
estas en un lugar muy dentro de mi, de donde nunca saldrás. 
Deje gran parte de mi en tu mundo, no se si lo notas,
mis ojos están mirando desde el mar,
mis manos te acarician con el viento del atardecer 
y mi cuerpo te abraza cada noche. 
    Y si una noche de soledad mi realidad se duerme 
y mi fantasía esta con insomnio,
no dudes ni por un momento, 
que viajare lo mas rápido que pueda 
a reencontrarme contigo 
desde ese momento y para siempre. 


Poema que plagie desde tu corazón. Disculpa 


Marcelo Romero Deriu 
  

  

martes, 15 de enero de 2013

Un lugar para la felicidad





    Muy suave cae el manto de la oscuridad sobre la luz 
cubriéndole hasta el rostro, a la esperanza de que llegues hasta mi,
pero me quedo solo hablando con tu recuerdo, sentado, casi dormido,
mirando sin mirar, con los ojos perdidos en la nada. 
Con cada segundo
el cielo adorna con estrellas su cúpula interminable. 
Explota en llanto la noche y sigo solo, mirando tu ausencia sin parpadear 
esperando un rayo que abofetee mi letargo
anunciando con las manos en mi rostro 
otra noche mas sin sentir tu respiración chocando en mis sentidos.
Las frondosas ramas de un árbol abanican mis deseos,
me obligan a mirar tu sonrisa, a encandilarme con su esplendor,
vagar sin rumbo por los recuerdos junto a ti,
creer que todo es real mientras duermes muy lejos de aquí.
Que agonía tan anunciada, que tropiezo mas repetido
y la piedra reaparece una y otra vez sin poderla esquivar.
Quiero estar recostado jugando con la arena 
cerrar y abrir mis ojos rápidamente 
y que la amnesia me devuelva la sonrisa    
que una mano de luz baje desde arriba 
y ponga en mi un amuleto para vivir la felicidad.
Entonces recorreré mil senderos, infinitos mundos,
mares de todos colores, cielos oscuros y blancos,
hasta encontrar un lugar propicio 
para que no me lo puedas quitar.
Regresare entonces muy feliz y sonriente a buscar un nuevo destino 
fuera de los relieves de tu figura, lejos del brillo de tus ojos,
disfrutando cada segundo que me quede para vivir. 
Pero si quisieras recordarme o estar un momento conmigo 
no lo dudes ni por un segundo 
marque el camino con mi sangre 
y sobre el lugar exacto donde lo deje, estará mi corazón.




Marcelo Romero Deriu 

martes, 1 de enero de 2013

Vuelvo a pensarte

    En este momento y de esta forma vuelvo a escribir,
pensaba no volver a hacerlo, sin embargo 
acá estoy, tecleando letras y juntando ideas.
   No puedo pasar por alto que acaba un año 
y tal vez comienza otro, eso no lo se, es lo que se dice 
es lo que creemos que pasa en esta fecha. 
Y tu, terminas con el año o renaces con el nuevo ???
ni siquiera piensas lo que siento.
Solo quería una palabra, solo quería una sonrisa 
imaginaba una caminata eterna de tu mano
quería sentir cada vez que pudiera, tu respiración,
pedir un deseo cuando viéramos una estrella caer,  
conversar mirándonos a los ojos,
imaginar que eras mía 
delatar mis manos cuando se acercaran a ti 
enmudecer tu respiración con un beso desmedido 
acercarme sin miedo, sin calcular la distancia 
envolverme con tus brazos, ocultarme en tu misterio.
   Pudiste ser tantas cosas, una paloma en mi cielo
un arco iris en mi horizonte, una cascada en mi río 
nubes en mi aire, barcos en mi mar 
hojas de mis arboles, medallas en mi pecho.
Pero, que eres ahora, en que te transformaste 
cuanta luz desechas en el espacio 
cuanta ternura te guardas y enmascaras 
con mantos de indiferencia y  desprecio.
   Quise pasear de la mano junto a ti 
jugando a no mojarnos con las olas.
Intente volar hacia la inmensidad para encontrar 
un regalo que te hiciera feliz 
una estrella que te acompañara y reemplazara mis ojos 
para que nunca te sintieras fuera de mi vida. 
Cuanto daño me puedes hacer 
cuanta desdicha puedes sembrar 
hasta que mi corazón te de la espalda,
que mis manos no te quieran tocar, 
que mis ojos no te quieran mirar,
que no encuentre nunca mas
tu rastro en mi memoria. Como me duele pensarlo, 
como se debe sentir no quererte a cada momento,
quien podrá contarme como estas,
quien podrá decirte que aún 
y para siempre, en mi mundo estas.



Marcelo Romero Deriu